Era del tipo de persona que te contaba repetidamente las anécdotas que vos le habías contado a él, se apropiaba de ellas de una manera tan convincente que terminabas sumergido en sus palabras. Siempre hay alguien que tiene un amigo de un amigo de un amigo al que le pasó todo lo que el momento amerite que le haya pasado.
Pero este no derivaba en terceros, él era su omnipresente protagonista y propio narrador.
Yo nunca le dije nada, me gusta escucharme.
martes, 27 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Creative Commons
Clarividente Daltónico. Vigilias De Elite & Empolvadas Moleskines by Clarividente Daltónico is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 2.5 Argentina License.
Based on a work at http://clarividente-daltonico.blogspot.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at clarividentedaltonico@gmail.com
Counter
Ridiculum Vitae
Suscribite
Entradas
Comentarios
Me gusta ésto...Me dió un poco de pavor, en ppio., así como los espejos me dan cierto pavor: ver la imagen de uno duplicada, ver un relato propio en voz de otro o reflejarse en un otro; da cierto pavor...como si uno a veces no se bastara a sí misma existen esas otras formas de mirase, de oirse.
ResponderEliminarEl estilo simple, despojado de barroquismo (a veces inútil(q yo no puedo evitar en mis olvidables versos))de esta narración, me atrajo.
La idea de la narrac. acerca de que alguien narre historias ajenas, como propias,me parece apropiada, muy apropiada.
La idea de que alguien "me narre", en mi propia cara me hace pensar en otra idea, la de " mirarse en un espejo de palabras " lo que sería como reconocerse (tal vez terriblemente) en otro.
Me molestaría si alguien hiciese algo tal con mi propio relato, creo, aunque para q hablar de molestias frente a estas líneas bien narradas.
"Me gusta escucharme" es un poco como abrazarse. Me gustó leerte...